En España, 2011 terminará con el anuncio de las primeras medidas del nuevo gobierno de Mariano Rajoy para combatir una crisis mucho más virulenta de lo esperado, que nos hace enfrentarnos a todo tipo de ajustes y recortes. La crisis y su principal consecuencia, el paro, explican en parte la severa derrota del Partido Socialista el 20 de noviembre. Esta vez Rajoy no se enfrentaba a Rodríguez Zapatero, que anunciaba en abril su salida, sino a Alfredo Pérez Rubalcaba. El candidato socialista no consiguió remontar la enorme brecha con el PP que daban los sondeos. Rubalcaba dejó el ministerio del Interior tres meses antes de que llegara uno de los anuncios más esperados: el abandono de ETA de la actividad terrorista.

Cada vez son más las voces que en Europa hablan de la necesidad de impulsar políticas de crecimiento que nos permitan salir de la crisis, pero combinar este tipo de medidas con los drásticos ajustes para reducir el déficit es según los economistas la cuadratura del círculo. De momento todos los mensajes que nos llegan tanto del Gobierno como de las autoridades europeas continúan insistiendo en la necesidad de seguir recortando gastos, aunque sea a costa de reducir derechos sociales. Unos recortes que marcaban este martes las reivindicaciones del 1 de mayo con miles de trabajadores en las calles. El jueves el Banco Central Europeo reunido en Barcelona nos volvía a pedir aún mayores esfuerzos.

Reportaje centrado en el accidente del tren de Santiago que costó la vida a 79 personas en pleno mes de julio, la reforma educativa con la implantación de la LOMCE, la contestación al copago sanitario y la privatización de la gestión de algunos hospitales madrileños, la reforma de la Ley del Aborto, el caso del asesinato de la niña Asunta, el juicio y condena del padre de los niños de Córdoba, José Bretón o la sentencia del Prestige.

A Manel Casanova, de 47 años, le diagnosticaron Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) hace cuatro años. Había hecho testamento vital acogiéndose a la Ley de Autonomía del Paciente que permite al enfermo rechazar de forma consciente un tratamiento. Manel quería decidir cuándo morir. Se lo contó a Informe semanal hace dos semanas antes de que un empeoramiento repentino acabara con su vida el pasado martes.