Del Renacimiento al ciberespacio
El hombre es, sin lugar a dudas, un ser asombroso. Aunque no sea una obra maestra, lo cierto es que ha progresado más deprisa que cualquier otro ser sobre la tierra.
Hubo un tiempo en que la tierra era plana. El mundo no era más redondo que una pupila ni más lejano que una mirada, y allá donde la mirada no alcanzaba estaban los monstruos, los enemigos, o lo que es peor, el abismo, el vacío, la nada.