Paco Rueda

Maltratados hasta la muerte, abandonados o utilizados en espectáculos crueles, miles de animales sufren el horror a manos de personas que muestran el lado más oscuro del ser humano. Enfrente, una parte de la sociedad concienciada con el respeto a los animales y un sistema policial y judicial cada vez más eficaz en sus actuaciones. Lentamente la mentalidad cambia, pero aún hay personas que ven los animales de compañía como un capricho o como un objeto de usar y dejar. Las protectoras están desbordadas y hay casos tan crueles que resultan inexplicables. ¿Qué tipo de persona puede ensañarse o disfrutar con la muerte de un animal? La cultura de protección hacia los animales está cambiando. Los casos de maltrato son más perseguidos. La administración y el Parlamento están dando pasos, y lo harán más deprisa en la medida en que la sociedad comprenda que respetar a los animales es otra forma de respetarse a uno mismo.

La Guardia Civil realizó el año pasado 12.000 intervenciones contra el maltrato animal que han acabado con 490 personas detenidas o investigadas. Se trata de denuncias relacionadas con el bienestar de los animales, idoneidad de los alojamientos, la higiene, el transporte inadecuado o la falta de registros documentales y sanitarios. Informe Semanal realiza un reportaje en el que participa Antonio Vercher, fiscal jefe de la Unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado; Javier Molinera, jefe de la Sección Medio Ambiente de la Policía Judicial; Luis Fernando Solana, alférez de la Jefatura del SEPRONA; Susana Ramírez, jefa del Centro Animal de la Comunidad de Madrid; y Marta Gil, presidenta de la protectora ‘Adoptalo.com-Madrid’. Asimismo, el programa contará con el testimonio de los miembros de una familia de acogida de animales.

Miles de parados acuden cada año a Cáritas en busca de empleo. Hemos estado en varios centros de acogida e inserción que esta organización humanitaria de la Iglesia Católica tiene repartidos por toda España. Y hemos sido testigos de que personas con un pasado muy difícil, y a las que nadie contrataría, encuentran en lugares como éste un modo de reconstruir su vida. La mayoría son mujeres con cargas familiares y poca formación, pero segun Caritas hay 11 millones de ciudadanos por debajo del llamado umbral de la pobreza. Sus viviencias hablan de necesidad y de exclusión social. Diferentes vidas y una misma historia. La crisis, la desigualdad y la pobreza tienen dos caras. De un lado el drama... Del otro la esperanza... Mujeres y hombres a quienes la crisis ha golpeado con más fuerza porque forman parte de la franja más débil de la sociedad. Y que, sin embargo, continúan luchando por su dignidad y logran salir gracias a organizaciones como Cáritas.